Traduciendo...
Traducción automática: Isabella Ruxton reconstruyó el cuerpo núm. 2 de octubre de 1935. Debido a que las partes del cuerpo de las dos víctimas estaban mezcladas y tuvieron que volver a ensamblarse, los periódicos llamaron al caso los "asesinatos en rompecabezas". Buck Ruxton (1899-1936) fue un médico y asesino parsi que estranguló a su esposa Isabella. Para evitar que su criada, Mary Jane Rogerson, descubriera su crimen antes de que pudiera deshacerse del cuerpo, también la asfixió. Luego, Ruxton procedió a desmembrar y mutilar ambos cuerpos para ocultar sus identidades. El caso es recordado ahora por las innovadoras técnicas forenses empleadas para resolverlo. Los cuerpos fueron identificados utilizando las técnicas incipientes de identificación de huellas dactilares, antropología forense para superponer una fotografía sobre la radiografía del cráneo de una víctima y entomología forense para identificar la edad de los gusanos y, por tanto, la fecha aproximada de muerte. Este fue uno de los primeros casos en los que se utilizó con éxito este tipo de pruebas forenses para condenar a un delincuente en el Reino Unido.
Isabella Ruxton reconstructed body no. 2, 1935. Because the body parts of the two victims were jumbled and had to be reassembled, newspapers called the case the "Jigsaw Murders." Buck Ruxton (1899-1936) was a Parsi doctor and murderer who strangled his wife Isabella. In order to prevent their housemaid, Mary Jane Rogerson, from discovering his crime before he could dispose of the body, he suffocated her too. Ruxton then proceeded to dismember and mutilate both bodies to hide their identities. The case is remembered now for the innovative forensic techniques employed in solving it. The bodies were identified using the fledgeling techniques of fingerprint identification, forensic anthropology to superimpose a photograph over the X-ray of a victim's skull and forensic entomology to identify the age of maggots and thus the approximate date of death. This was one of the first cases where such forensic evidence was successfully used to convict a criminal in the United Kingdom.