Descripción:
Leyenda de las cuatro barras de sangre. Mientras Wifredo I el Velloso (840-897) estaba agonizando, el rey Carlos II de Francia (823-877) le ofreció un escudo de armas, en agradecimiento a sus servicios. El rey mojó una de sus manos con la sangre de Wifredo y pasó cuatro dedos por encima del escudo dorado del conde, formando las cuatro barras. Grabado. "Glorias Españolas". Tomo II. Publicada en Barcelona, 1890.